En silencio

Silencio! Silencio, silencio...
Acurrucada en una pequeña esquina,
Manos taponando las orejas.
Te suplico, te lo pido,
Silencio, silencio, silencio...
Por mi nausea, por mi ansia de llanto,
Por mis músculos endurecidos, mis huesos encogidos,
Dejen de matar, dejen de hablar y gritarme.
Observen mi temblor lejos de mi.
Silencio, lágrimas en mis pupilas, llora mi corazón.
Silencio, ah! Silencio!
Por mi sangre congelada, mis venas quebradas,
Acércate lentamente, pero en silencio,
mírame a los ojos, sécame las mejillas
Obviamente, silencio.
Y con ese mismo silencio...
Abrázame fuerte, muy fuerte.

Respirar con tristeza

Hay tristezas que surgen de la nada,
que no tienen explicación.
Es tristeza que no es tristeza, sino más bien calma.
Una extrema tranquilidad.

Me surge de la nada, me sale del alma.
Siento a veces, la tristeza como una necesidad.
Sentir durante un corto instante el mundo incoloro
para poder reiniciarte y seguir...lo que sea.

Quizás suene extraño
pero es una tristeza llena de amor,
plagada de añoranza, sonrisas y lágrimas
que no se sabe bien si son alegres o amargos.

Es tristeza...una necesidad mortal.
Un sentimiento que acaba humedeciendo las pupilas
son rocíos del pasado.
Una sensación...un sin consuelo.

Malvado susurro

"Venid hacia mi..."


Un malvado susurro por mis oídos
nada más me falla mi amor
en los pequeños detalles entre él y yo.


"Abandonadlo, yo os cuidaré mejor"


Trata de hipnotizarme profundamente
cuando carezco de su consuelo
y me siento abandonada en ese instantes.


Es una maldición que me ama
y tiene celos de Amor.
Es Soledad, quien siempre me llama
aunque esté feliz con mi amor.


Dilema, difícil decisión
Dilema entre consuelo y libertad.

Dilema.

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Agonía. Pura agonía, que atormenta, que frustra...

Qué agonía despertarse de madrugada y sentirse atormentada, tu "buenas noches, besos" me hacen sonreír en los sueños cada noche. Qué daría por otro "Love you sweetheart" para sentirme tan puramente enamorada como entonces.

Cuánta agonía con sólo prever nuestra despedida e imaginarme en cada lugar e instante sin ti. Qué frustración desear estar a tu lado y tenerte lejos o más pensar que algún día ya nunca más podré enterrarme en tus abrazos.

Son detalles que me inquietan, realidades que me dan miedo y me hacen huir más cada vez que siento más afecto por ti. Me dan ganas de llorar.

Quizás nadie pueda entender lo sensible que soy en el fondo y lo débil que me hace el amor.

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Ganas de ti

Un piano con las teclas rotas
en trocitos de blanco y negro.
Un corazón vacío
que siente nostalgia.
Mis dedos tiemblan encima de tu piel
sin atreverse a acariciarte demasiado.
Una rosa llorando en silencio
a lagrimones rojos.
Una vena envenenada
que desea tu esencia.
Mis labios recorren suavement tu cuello
hasta llegar a susurrarte en los oídos.


Cuántas noches te diría lo mucho
que te echo de menos.
Miles de días saldría el sol
diciendote ´´buenos días, amor´´

Suplicios de mariposa

Mientras intento llegar a las teclas del piano con mi mirada
cae en la tiniebla sin horizonte;
se mantiene en el vacío...
y deja que esas cuerdas me invadan el cerebro.
Es a veces tan vacía, tan monótona esta vida
que sólo con música pegadas a lo oídos
puedo sentir mis latidos de corazón.

Busco sentimientos profundos
aunque fuesen fugaces y ajenos,
sensuales y mágicos.
Soy una tragicomedia que emana lágrimas y sonrisas;
una inspiración risueña y amorosa
tengo una débil espalda que desea que le crezcan alas,
unos hombros sensibles que se enamoran de los otros.

Me pregunto qué es lo realmente me atormenta.
¿Cuántas noche de insomnio me quedan
para el próximo dulce sueño?



Imagen: Mi mariposa picoteando el piano

¿Amadeus o Ludwig?

Me he vuelto a hacer la misma pregunta. ¿Mozart o Beethoven?, como si quisiera convencerme a mi misma cambiar de idea. Al fin y al cabo, no puedo negar que Mozart era –y es- un genio; admiro sus requiems y algunas óperas que he llegado a conocer.


Mi respuesta es la misma: Si tuviera que hacer una investigación sobre algún compositor la haría, indudablement, sobre Beethoven. No puedo decir que sé mucho sobre él, es más, seguramente no conozca más de 10 obras suyas, pero lo admiraba desde pequeña. Una admiración cuya razón desconozco. Su sordera; su infancia, que no fue precisamente una infancia; su ansia por amores; quizás porque desde siempre me han atraído las tragedias.

Su vida no fue solamente tragedia, porque en este caso tendríamos a los romantiquísimos como el amargo Chopin y el angustioso Tchaikovsky –también ídolos mío-

Beethoven era a veces dos extremos al mismo tiempo. Es borde y sentimental, frío pero romántico (conocemos sus pasiones con algunas jóvenes aristócratas), su mal genio era comprensible (siendo un músico sordo) y tan odioso como adorable. Es un hombre revolucionario (se cuenta que se frustró cuando Napoleón se hizo emperador), es rebelde (se niega a inclinarse ante la nobleza), orgulloso (su autoridad como músico era sagrado).

En fin, es un personaje singular ( ¡al menos nadie más tiene un piano sin patas en casa!)

¡Beethoven! Aunque Mozart fuese dios y Beethoven un pobre moribundo.

Ludwig van Beethoven –mi pasión-