12 enero, 2010

La muerte como fin

Parece extraño, pero te llamo.
Te busco, no te encuentro , pero sigo.
¿Dónde estás?
¿Qué he de hacer para llegar a ti?
Respóndeme, pido tu presencia ante mi,
no mantengas silencio.
Sal, alma de sombra negra.

¡Aparece, muerte!
No escondas tu arma asesino,
Ni guardes esa sonrisa tan malvada.
Luce tu frialdad y transmite la insensatez,
revive en mi.
Penetra mi ser y llévame contigo.
Cúbreme con tu poderío.

No me nieges, amada muerte.
Llévame, llévame, lleva…
Mi alma te espera, el cuerpo me echa.
Ya, muerte, ya…no du-des.
Sácame de aquí y dame libertad.
No sientas lástima por mi,
Todo tiene su fin.